Es en el divorcio y en la separación o en hijos fuera del matrimonio, donde se hace más evidente este fenómeno.
Aquellas parejas que han construido su mundo familiar en base a desigualdades nocivas, suelen vivir rupturas muy traumáticas y dolorosas. El daño perdura en el tiempo y potencialmente afecta futuras relaciones, tanto en las víctimas como en los hijos. Se “usa” al hijo como instrumento de agresión contra el otro, convirtiéndolo en una de las víctimas de los acontecimientos pero no al único dañado, ya que en la privación del rol paternal los hombres se ven fuertemente perjudicados.
Si algún varón se atreve a denunciar, es probable que retire los cargos pues no cuenta con soporte, ni siquiera de su propia familia, ni tampoco con redes sociales de apoyo en la comunidad.
Existe la presunción de que “No existe mayor afecto que el de una madre”, “no hay cuidados más excepcionales que los de la madre”, “nadie quiere a su hijo tanto como una madre”, “madre es una sola, padres pueden haber muchos”; exaltando el rol de la mujer como madre, a pesar de que en algunos casos no hay concordancia con esta concepción; asimismo, se menosprecia y se limita el rol del hombre como padre, al considerarlo solo como un simple proveedor. Sin tomar en cuenta los sentimientos del hombre y el amor y la dedicación que el padre pueda darle a los hijos.
Los hijos parecen ser propiedad natural e indiscutible de la madre. En la separación, es a ella a la que le corresponde la potestad todopoderosa de permitir al padre seguir siéndolo o convertirse en visita de sus hijos. Comienza entonces una suerte de desautorización y supresión de la imagen paterna. Se ahuyenta al padre, se lo elimina del rol y de los afectos de los hijos y una vez que desaparece, entonces a menudo se les acusa de estar ausente, de no “visitar” a sus hijos y que “los hijos no le importan”.
lo que comunmente y tristemente se llama ALIENACION PARENTAL (S.A.P), generalmente sufrida por el padre.
ResponderEliminarExactooo ....!!!;)
ResponderEliminarhay que tener en cuenta, que nuestros pequeños son los más fragiles, y por tanto, por parte de la justicia hay que tener máxima prioridad por su bienestar. No se puede permitir que ya sea su madre, es impermisible, que se manipule a los niños para provocar daños a los ex-conyuges. Un saludo!
ResponderEliminarsiii, así es! manipular a los más pequeños sólo por hacer daño a otros es abusivo y desmesurado! grácias por tú opinión, bsts.
ResponderEliminarEs triste que a estas alturas de la vida pasen esas cosas.
ResponderEliminarque tengas una buena semana.
un saludo.